Qué es la tarjeta SIM: guía completa

Una tarjeta SIM es un chip en formato tarjeta que se inserta en un dispositivo móvil, teléfono comúnmente. Gracias a la ranura lectora del aparato, permite a la red identificar al usuario y sus servicios de suscripción. La SIM card es la responsable de que puedas conectarte a internet o realizar llamadas, entre otras cosas. ¿Pero qué debes saber sobre ella? ¿Cómo funciona y qué tipos hay? Abordamos estas y otras cuestiones a continuación.

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Qué es la tarjeta SIM: guía completa

¿Qué es una tarjeta SIM?

La tarjeta SIM móvil apareció por primera vez en 1991. Fue el resultado del trabajo de un fabricante alemán de tarjetas inteligentes, Giesecke+Devrient, que cumplió con una solicitud de un proveedor de red finlandés. A partir de ese momento, todo fue creciendo, aunque de primeras su servicio era, cuando menos, precario, pues apenas permitía almacenar 20 contactos y 5 mensajes SMS.

Tras más de tres décadas, internet y SIM, entre otras funciones, van de la mano. Como antes, sigue ayudando a identificar y autenticar el dispositivo del que dispones ante una red celular. Pero también acumula una gran cantidad de datos que hace no tanto era impensable. De este modo, si conservas la SIM podrás trasladar los datos que albergue a otro dispositivo sin necesidad de empezar de cero.

¿Y por qué se llama tarjeta SIM? Las siglas obedecen a Subscriber Identity Module. En español, esto significa: módulo de identificación de abonado. De esta forma, las compañías encargadas de dar servicio de cobertura pueden identificarte. Detectan que eres un usuario único al que se le deben proporcionar determinados servicios, como, por ejemplo, una tarifa de datos concreta.

Tipos de tarjeta SIM

Si estás pensando en hacerte con una tarjeta SIM para viajar por Europa, es conveniente que sepas qué tipo de tarjetas SIM hay. Acostumbran a categorizarse por tamaño, pero ten en cuenta también las diferencias por naturaleza contractual. Por ejemplo, existe la tarjeta prepago móvil. Esta permite al usuario acceder a la red sin necesidad de una cuota mensual con un operador concreto. Se compra saldo o créditos que luego se consumen en llamadas, mensajes y datos. De todas formas, la tarjeta SIM prepago se ve cada vez menos.

En cuanto al tipo de tarjetas SIM por tamaño, tienes:

SIM estándar

Los tipos de tarjeta SIM comenzaron con la estándar que, en pleno segundo cuarto de siglo XXI, ya no se utiliza. Sus medidas eran de 33 x 66 mm, siendo bastante grandes para el tamaño al que estamos acostumbrados hoy día. Como ya hemos dicho anteriormente, solo eran capaces de almacenar 20 contactos y unos 5 o 6 mensajes de texto.

Mini SIM

La conoces simplemente como SIM, ya que es la que más se ha popularizado pese a no ser el primer modelo. Su tamaño es muy inferior al estándar (apenas 15 x 25 mm). ¿La razón? Se buscaba una opción que cupiera sin problema en todos los teléfonos móviles. Actualmente, ha sido desplazada por la micro SIM, aunque todavía es posible encontrarla y utilizarla.

Micro SIM

Surgió en 2003 y se empezó a popularizar cuando el iPad de Apple se convirtió en una pieza codiciada. Su diminuto tamaño -apenas 12 x 15 milímetros- ahorraba espacio y, a su vez, ampliaba la memoria y la seguridad. Camino de la década de 2030, la micro SIM continúa siendo una opción preponderante. De hecho, seguramente sea la que lleve el smartphone desde el que estás leyendo esto.

Nano SIM

Se trata de una evolución de las famosas micro SIM, con un tamaño incluso menor (12 x 9 milímetros). Su primera aparición fue en 2012. Su objetivo era el de optimizar el espacio del hardware de los dispositivos. Todavía está en plena expansión de uso, pero en el último lustro, cada vez más teléfonos inteligentes de una amplia gama de marcas recurren a este tipo de SIM card.

Cómo funciona la tarjeta SIM

Como ya hemos indicado anteriormente, una tarjeta SIM está vinculada a un número de identificación exclusivo que almacena la información relativa a tu plan de datos y tarifa telefónica. De esta forma, las operadoras pueden verificar el estado de tu cuenta y aplicar los cargos necesarios en función del contrato vigente entre las partes implicadas.

¿Pero cómo es esto posible? Pues bien, cada vez que haces una llamada o envías un mensaje de texto SMS, la tarjeta SIM solicita acceso a la red. Si estás autorizado a ello, el acceso se concederá sin problema. En caso contrario, no podrás realizar ni recibir llamadas, así como enviar o recibir mensajes SMS.

Además de información de red, la tarjeta SIM incluye otros datos. Resumimos todo ello a continuación:

  • Número telefónico: al contrario que las tarjetas eSIM, que pueden almacenar varios perfiles telefónicos, una tarjeta SIM está vinculada a un único número.

  • Datos de red: como ya hemos señalado previamente, se trata del consumo de datos del que puede hacer uso el usuario, cargos por realizar o recibir llamadas, coste de los mensajes, etcétera.

  • Contactos: aunque ahora hay muchas otras alternativas, como guardar los contactos vinculados a tu cuenta de Gmail, la tarjeta SIM puede almacenarlos para facilitar la transferencia en caso de cambio de aparato.

  • SMS: podríamos decir que esta función es residual, ya que a día de hoy pocos mensajes de texto se envían. La mayoría de usuarios recurren actualmente a servicios de mensajería específicos, como, por ejemplo, WhatsApp o Telegram.

  • Información de seguridad: se trata de datos de seguridad, como claves de autenticación. De este modo, se garantiza que un único usuario sea el autorizado a hacer uso de la red.

Qué capacidad tiene una tarjeta SIM

Cuando surgió la primera SIM card, su capacidad de almacenamiento era de apenas 32 KB. Actualmente, en función del tipo de tarjeta SIM que utilices, dispondrás de una mayor o menor capacidad:

  • Micro SIM: 64 KB.

  • Nano SIM: 128 KB.

La Nano SIM permite guardar hasta 250 contactos. Además, se comercializan tarjetas SIM con una memoria de 256 KB. Sin embargo, a día de hoy resulta innecesario. Y es que mucho de lo que guardas en tu teléfono ya no se alberga en la tarjeta SIM, sino en servicios en la nube o a través de tarjetas SD. De este modo, aunque esta se estropee o pierdas tu tarjeta SIM junto a tu smartphone, tus fotos y vídeos, entre otros archivos, no peligrarán. Y es que seguirán siendo accesibles desde cualquier otro dispositivo con conexión a internet.

Variantes de la tarjeta SIM

Para disponer de datos en tu teléfono móvil o tableta no solo existe la tarjeta SIM. Ojo, no lo confundas con una mera opción para tener internet en el extranjero, ya que el pocket wifi, por ejemplo, puede funcionar perfectamente con una tarjeta SIM. ¿Pero entonces de qué hablamos exactamente? De la tarjeta eSIM y la tarjeta iSIM que comentamos brevemente a continuación.

Tarjeta eSIM

Aunque aquí no podemos recoger todo sobre la tarjeta eSIM, sí podemos dar algunas pinceladas. Básicamente, la eSIM es una SIM integrada con gestión totalmente online. No es una tarjeta física que puedas extraer o manipular. Se incluye en el dispositivo y simplemente necesitas un proveedor de red móvil que la programe para que sea funcional. Esto ofrece muchas ventajas en modelos compatibles:

  • Internet en el extranjero: además, el plan internacional podrás contratarlo y configurarlo desde el lugar de origen, lo que te asegura disponer de internet nada más llegar a destino.

  • Múltiples SIM en un solo dispositivo: por ejemplo, las tarjetas eSIM permiten utilizar un número personal y otro número empresarial desde un mismo teléfono inteligente. Simplemente debes alternar entre uno u otro en función de tus necesidades.

  • Ayuda en caso de pérdida o robo: como la tarjeta es digital, es decir, no existe ningún objeto físico que almacene información y sea indispensable para su uso, si pierdes tu teléfono, podrás recuperar lo que hayas guardado en la eSIM electrónicamente.

Tarjeta iSIM

Si quieres aprender todo sobre la iSIM, no dejes de leer nuestro contenido dedicado. Pero desde aquí te adelantamos que las tarjetas iSIM ofrecen un servicio muy similar al de las eSIM. Su principal diferencia radica en que una eSIM necesita de un chip dedicado, mientras que la iSIM no, ya que está integrada en el SoC (System On Chip) del teléfono. Esto le permite ser funcional sin un hardware específico.

Por ello, la iSIM ahorra espacio en el dispositivo y consume mucho menos. Es decir, es más eficiente. Sin embargo, a día de hoy es una opción más enfocada al IoT (Internet de las Cosas). Su uso todavía no está muy extendido, pero es posible que con la creación de nuevos modelos vaya poco a poco asentándose y en tu próximo viaje actives un plan para tener internet en el extranjero a través de este sistema.

¿Está la tarjeta SIM en vías de extinción?

Tras este último apartado, queda claro que la SIM física no es una opción muy cómoda, especialmente si buscas disponer de internet cuando viajes. Dada la mayor flexibilidad de las tarjetas eSIM frente a las alternativas físicas, así como su seguridad y eficiencia superiores, la SIM clásica será cada vez menos demandada. Y esto tendrá también un impacto positivo en términos ambientales y logísticos, pues se gastarán menos recursos. En este sentido, la eSIM está ganando cada vez más terreno, y opciones como Saily te ofrecen planes económicos adaptados a tus necesidades.

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saily blog author monika baltutyte
Monika Baltutytė

Exploradora nata, romántica de la vida y viajera apasionada con debilidad por Estambul, a Monika le encantan los viajes y los retos que conllevan, para consternación de su preocupada madre. Dicho esto, ¿de qué otra forma podría asegurarle a su madre cinco veces al día que está bien si no fuera por una conexión de datos eSIM fiable?

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