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El Sistema Global para Comunicaciones Móviles (GSM) es una tecnología móvil digital que permite utilizar servicios móviles de voz y datos. Se emplea ampliamente en las tres tecnologías inalámbricas actualmente disponibles. ¿Pero quieres conocer a fondo cómo funciona, para qué sirve el GSM o qué ventajas y desventajas tiene? Para ayudarte a entender al 100 % qué es el GSM, hemos preparado este contenido detallado.
Tabla de contenidos
Las siglas GSM significan Sistema Global de Comunicaciones Móviles. Desde principios del siglo XXI ha sido uno de los estándares más utilizados. En España y otros países también se ha llamado con frecuencia red 2G. ¿El motivo? Ser la segunda generación de comunicaciones que, entre otras cosas, convirtió la señal analógica en digital.
Pero hay más sobre qué es el GSM. A nivel de frecuencia, opera con una amplia variedad en función del lugar. Por ejemplo, Europa recurre a un espectro radioeléctrico que va de los 900 a los 1800 MHz. Sin embargo, en Estados Unidos la banda funciona a 1900 MHz, lo que provoca incompatibilidades, algo que podemos ver también en sistemas de codificación como el PAL y el NTSC.
En cuanto al origen, clave para entender sobre el GSM qué es, se encuentra en la necesidad que había de disponer de un estándar europeo que facilitase la convivencia a través de una mejor comunicación transfronteriza. Para ello, en 1982, durante la Conferencia Europea de Administraciones de Correos y Telecomunicaciones (CEPT), se comenzó a debatir sobre el desarrollo de un sistema móvil unificado que funcionase sin problema en múltiples países.
Pese a todos estos esfuerzos, la primera llamada GSM no se hizo hasta el año 1991, exactamente en Finlandia y por su primer ministro de entonces: Harri Holkeri. El sistema creció rápidamente, pues en 1993 ya había más de un millón de personas que utilizaban redes GSM en un total de 48 países diferentes.
Actualmente es verdad que hemos evolucionado, y la tecnología de telefonía móvil recurre a redes mucho más sofisticadas, como la 3G, la 4G y la 5G. El motivo es que estas permiten un mayor ancho de banda, lo que incrementa las velocidades de carga y descarga. Con todo, esto no quiere decir que el GSM se haya abandonado. Muchos países todavía la utilizan con frecuencia y, si bien ya no tanto en telefonía, sí en sistemas de infoentretenimiento de coches o en el monitoreo de equipos.
La red GSM la conforman cuatro partes independientes que, al trabajar juntas, forman un todo. Hablamos de las siguientes:
Dispositivo móvil;
Subsistema de estación base (BSS);
Subsistema de conmutación de red (NSS);
Subsistema de operación y soporte (OSS).
Para que el dispositivo móvil se conecte, ya sea un teléfono o una tableta, utiliza el hardware. Además, la tarjeta de módulo de identidad abonado (también conocida como tarjeta SIM) proporciona a la red información de identificación sobre el usuario móvil.
Por otro lado, el BSS gestiona el tráfico que se produce entre el dispositivo móvil y el NSS. Este último componente consta de dos elementos:
Estación transceptora base (BTS). Se refiere al equipo que se comunica con los dispositivos móviles, como receptores de radio y antenas.
Controlador de la estación base (BSC). Es quien se comunica y controla el grupo de estaciones transceptoras base.
Por último, el OSS permite llevar a cabo procesos de soporte para el mantenimiento del inventario de red, servicios de aprovisionamiento o configuración de los elementos de red y software para la gestión de errores, entre otras cosas.
Con todo ello, los operadores de GSM presentan acuerdos de roaming con entidades extranjeras. De esta forma, puedes viajar a otros países sin preocuparte por cargos adicionales en tu tarifa. En caso contrario, se te ofrecen alternativas como la tarjeta eSIM, una forma económica y versátil de disfrutar de internet en el extranjero.
Ahora ya sabes cómo funciona el GSM en iPhone o en Android, veamos para qué sirve el GSM exactamente. Básicamente, se trata de un estándar que permite conectar diferentes dispositivos móviles para enviar y recibir mensajes o navegar por internet, entre otras muchas cosas.
Su uso cubre alrededor del 82 % de los terminales. Es el principal en Europa y, aunque a nivel de telecomunicaciones entre particulares se ha ido sustituyendo por opciones mejores, como las redes 4G y 5G, sigue siendo prioritario en, por ejemplo, comunicaciones M2M (Machine-to-Machine).
También es habitual recurrir a él en dispositivos vinculados al Internet de las Cosas (IoT) de bajo consumo y cobertura global. Asimismo, sigue estando tan presente en las terminales porque sirve como respaldo para las redes más modernas, sustituyéndolas cuando estas se bloquean.
Ya uses un Motorola con GSM o cualquier otro dispositivo móvil, el GSM presenta una serie de ventajas indudables:
Amplia cobertura: Al estar presente en más de 200 países, te permite acceder a internet desde el extranjero fácilmente incluso cuando las redes más modernas fallan. Esta condición de universal evita también que te veas obligado a usar adaptadores para mandar mensajes o hacer llamadas. Los ajustes son automáticos, lo que ha permitido expandir mercados, así como mantener a los viajeros conectados con los familiares y amigos que dejan en su país de origen.
Rentabilidad: Al ser una red común y con una cobertura decente, es altamente rentable, especialmente en lo tocante a tecnología IoT y cuando se cuenta con una plataforma económica que cubra el área de operaciones correctamente. Esto explica porque pese a las mejoras innegables en el sistema de red, todavía muchas operaciones se realizan sobre esta capa conocida como 2G, especialmente cuando la carga de datos no es excesiva.
Estabilidad y fiabilidad: Son muy pocos los casos de inactividad, y por eso se usa como cobertura de redes tecnológicamente superiores en términos de velocidad y gestión de cargas de datos altas. Y es que, por ejemplo, redes como la 4G o 5G pueden verse interrumpidas por falta de requisitos técnicos en determinadas zonas. En estos casos, ¡la red GSM está ahí para salvar al usuario e impedir que pierda la conectividad!
Si usas el GSM en Xiaomi o en cualquier otro dispositivo móvil, también debes tener en cuenta las desventajas:
Ancho de banda limitado: Seamos francos y reconozcamos que la red 2G es lenta cuando se le exige demasiado, ya que su capacidad de tráfico es de apenas 64 kbps. Con las redes 5G, tenemos 1 GB/segundo, incluso más, lo que se traduce en una velocidad 15 veces superior. Si solo tienes a tu disposición una red 2G, alternativas como el tethering te desesperan más que ayudar. ¿Pero qué tan preocupante es la lentitud 2G? Para usar WhatsApp, no, pero si quieres reproducir contenido en streaming, sí.
Es una red en vías de extinción: Aunque es cierto que todavía está muy presente, tampoco se puede negar que su espacio en el espectro de radiofrecuencia (RF) es cada vez más limitado. Y es que los operadores buscan dar prioridad a las redes 4G y 5G, lo que está eliminando poco a poco la tecnología usada para las redes 2G y 3G. Tampoco queremos asustar, ya que la desaparición no va a ser inmediata, pero el futuro no pertenece al sistema GSM (2G).
Al igual que hay diferencias entre qué es una tarjeta SIM física y qué es una eSIM, también las hay a la hora de abordar la red GSM y la red GPRS. ¿Y cuáles son? Pues bien, la red GPRS, siglas de General Packet Radio Service, es una evolución de la red GSM. Mientras es la comunicación en voz lo que define qué es el GSM, en el caso de la red GPRS, el objetivo es, principalmente, la transmisión de datos a mayor velocidad.
En el caso de la GPRS, se emplea una tecnología de conmutación de paquetes. Esta permite una gestión mucho más eficiente que la red GSM a la hora de abarcar los recursos de red. ¿Cómo? A través de la división de los datos en paquetes más pequeños. Lógicamente, esta partición facilita una transmisión mucho más rápida y estable.
Por otro lado, hay diferencias entre el GSM y el GPRS en términos de velocidad. Aunque la GSM presenta una capacidad máxima de 64 kbps, su tasa de transmisión de datos suele ser de apenas 9.6 kbps. Esto la hace una buena opción para solventar con nota servicios básicos como, por ejemplo, los servicios de texto. Por otro lado, el GPRS llega a alcanzar velocidades de hasta 171.2 kbps, lo que le permite ser efectiva en tareas mucho más complejas.
Aunque está en vías de extinción por sus limitaciones técnicas, el GSM aún está muy vivo. Actualmente, sigue presente en el ámbito del internet de las cosas (IoT), especialmente para tareas no muy exigentes. Además, sigue utilizándose como respaldo de redes más potentes, como la 4G y la 5G, cuando estas se inactivan por cuestiones técnicas, especialmente en zonas donde el coste y la cobertura son prioritarias.
Por tanto, es una tecnología vigente a la que sigues pudiéndote sacar provecho como usuario. Por ejemplo, al viajar, especialmente en territorio europeo, tienes seguridad de una buena cobertura de red mínima. Esto es especialmente útil para roaming, pero también para garantizar conexión a internet vía eSIM. Y, aunque la velocidad no es elevada, ¡te permite mandar y recibir mensajes en todo momento, lo que ayuda a comunicarte con familiares y amigos que dejas en origen!
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Laura ha vivido en varios países de Europa y Latinoamérica. Lleva el espíritu viajero en la sangre y su cabeza funciona en varios idiomas. Cada año celebra la Nochevieja en un lugar distinto, reuniendo a toda la familia. El menú siempre incluye las doce uvas típicas de España, pero a veces viene acompañado de unas lentejas italianas o «vasilopita», el pastel de Año Nuevo griego. Y sí, también ha gritado «¡Feliz Año Nuevo!» en un avión. Siempre mete en la maleta su Kindle, el móvil y nunca olvida activar la eSIM.